Bulones

Bulones de estabilidad, la especialidad
de cimentaterra para excavaciones rocosas

En Cimentaterra, nos especializamos en la instalación de bulones, una técnica fundamental para la estabilización de excavaciones en macizos rocosos. Los bulones, también conocidos como pernos de anclaje, consisten en la introducción de barras de diferentes materiales en el terreno rocoso para mejorar su estabilidad y resistencia a la tracción.

Esta técnica, que tuvo sus orígenes en la industria minera, se ha extendido rápidamente al campo de la ingeniería civil debido a su eficacia y facilidad de ejecución. Los bulones se fabrican en diversos materiales, siendo los más comunes las barras de acero y de fibra de vidrio.

En Cimentaterra, nos enorgullece ofrecer servicios especializados en la instalación de bulones, brindando soluciones efectivas para la estabilización de taludes y túneles. Nuestro equipo de expertos altamente capacitados se encarga de cada aspecto del proceso, desde la planificación inicial hasta la ejecución y el seguimiento posterior.

Ventajas de los bulones

  • Simpleza
  • Funcionalidad
  • Relativa economía frente a otros tipos de sostenimiento
  • Permite usarse como soporte temporal o permanente, y en función de ello, las características del bulón a emplear son muy diferentes
  • Permite reducir la sección transversal en las excavaciones
  • Admite total mecanización 

¿Qué son los bulones?

Un bulón o perno es un componente metálico diseñado para reforzar y sostener rocas fracturadas o inestables, evitando su colapso. Actúa como un mecanismo de soporte que, al insertarse en el terreno, aumenta su rigidez o su resistencia a tracción y corte. Cuando el terreno intenta deformarse, el bulón introduce tensiones adicionales en la masa rocosa, contribuyendo a su estabilidad general. Se podría decir que los bulones «unen» las discontinuidades del terreno rocoso, evitando deslizamientos y caídas de cuñas y bloques, además de proporcionar un efecto de confinamiento.

La longitud de un bulón, por motivos constructivos, generalmente varía entre 1,5 y 10 metros. Se instalan en el interior del terreno a través de un taladro desde una superficie expuesta. Sin embargo, la capacidad de carga de cada bulón es relativamente baja, lo que requiere una alta densidad de aplicación. Es común utilizar barras de acero con un diámetro de 20 a 40 mm, capaces de soportar cargas de aproximadamente 10 a 25 toneladas.

¿Qué tipos de bulones existen?

Un bulón puede ser de anclaje puntual o de anclaje repartido. Los primeros prácticamente no se utilizan en ingeniería civil mientras que, en los segundos, su uso está muy extendido.

No obstante, los bulones se clasifican frecuentemente atendiendo al sistema de transmisión de esfuerzos entre el bulón y la roca.

Conoce los diferentes tipos de bulones

Los bulones de anclaje por adherencia son independientes de la tensión normal.
Pueden distinguirse los de barra, autoperforantes, los de fibra de vidrio, etc. Se caracterizan porque el espacio anular entre el hueco de la perforación del bulón y el propio bulón es rellenado por algún elemento adherente como lechada de cemento o resinas.

En el caso de túneles, son infrecuentes las lechadas de cemento debido al tiempo que tarda en fraguar la lechada, salvo en bulones largos o en bulones autoperforantes.

Los bulones de barra están formados por barras de acero corrugado cuyos diámetros más frecuentes son los 25 y 32 mm y con acero tipo B 500 que soportan cargas de 14 a 25 t. No obstante, también se presentan en otros diámetros y tipos de acero. Las longitudes suelen estar comprendidas entre 4, 5 o 6 m.

Son aquellos bulones que en su punta consta de una broca de un solo uso que le permite perforar el terreno. Constan también de uniones roscadas para aumentar su longitud y suelen ser huecos para facilitar la inyección de la lechada o resina por su interior.

Se utilizan en terrenos de mala calidad donde las paredes de perforación no se mantienen estables y por tanto no permiten introducir una barra corrugada en el hueco posteriormente a la perforación. Al igual que los bulones de barra, los diámetros más frecuentes son los 25 y 32.

Los bulones de fibra están constituidos por resinas de poliéster, vinilo y fibra de vidrio. Su característica principal es una resistencia a tracción similar al resto de bulones, módulo de elasticidad menor, peso muy inferior y sobre todo una menor resistencia al corte, por lo que, lo hace especialmente ventajosos en áreas que serán excavadas con posterioridad. Este tipo de bulones se retiran con mayor facilidad que los de acero.

En este caso, la adherencia la consiguen mediante la presión de contacto bulón-roca lo que le confiere una componente friccional dependiente de la presión.